Eduardo Albuquerque Nunes[2]
“De
la boquilla de oro, el cuerno hueco
toca palabras vacías, que demuestran advertir
que el que no está ocupado naciendo
En
el Sector del Desarrollo, la innovación ha tomado el lugar que alguna vez
ocuparon la evaluación, la eficiencia, las alianzas intersectoriales, el impacto
basado en evidencia y otros.
La
innovación es el actual Santo Grial omnipresente en los estantes de las
librerías de aeropuerto, los artículos y los documentos de estrategia. Su
credo, teorías, consejos, estrategias y casos de éxito se repiten ad nauseam en los discursos. La innovación
se materializa normalmente en aplicaciones de diseño lujoso, algoritmos de
predicción, análisis de datos, plataformas de "x2x", etc. Tomada por
esas manifestaciones, la innovación al parecer prefiere revelarse en cuerpos
tecnológicos.
Para
los críticos, se trata de un nuevo empaque para lo mismo de siempre, nuevas
respuestas a viejas preguntas, nuevas tecnologías, bajo los parámetros
anteriores y, al final lograría, en el mejor escenario, los mismos resultados. Para
ellos, no hay nada nuevo bajo el sol.
Pero,
si contra los críticos escépticos, las innovaciones no son el pasado transformado
en nuevas aplicaciones de interfaz, ¿con qué propósito debemos buscar para
encontrar las estrellas de vanguardia en la industria del desarrollo?
No
existe ninguna lista indiscutible, por supuesto. Sin embargo, encontramos
muchos casos de ejemplos de grupos de vanguardia de innovación en las charlas
de TED, en la lista de ganadores de premios, en centros de investigación de
alta tecnología, iniciativas de resultados rápidos e inesperados, temas de
tendencia y otros.
Pensar
en los precursores es hablar de grupos como GiveDirectly,
que permite a cualquier persona dar dinero directamente a una familia en
extrema pobreza, y rastrea los resultados, actualmente ocupa el lugar que
alguna vez fue de Kiva (creación de empleo y microfinanzas). O en Samasource, que conecta a las mujeres y
jóvenes pobres para trabajar a través de
Internet. O Babajob, que vincula a
trabajadores de bajos ingresos con empleos y un sistema de reputación en la
India. Otros sistemas de vanguardia
reúnen a organizaciones como Mobile
Medic, que utiliza teléfonos inteligentes para recopilar y agregar datos de
salud en comunidades pobres. La lista puede también incluir a Groundswell,
la empresa que anima a los consumidores a utilizar su poder para hacer el bien;
y Compreneurship, que une a
estudiantes y personas desfavorecidas para desarrollar y ejecutar proyectos
empresariales. Algunas personas podrían mencionar también a TCK Learning Centre, que ofrece
educación a bajo costo a los trabajadores inmigrantes con bajos ingresos en
Hong Kong o Voidstarter, una empresa
que convierte unidades de viviendas vacías en Dublín en centros educativos de
corto plazo y laboratorios de emprendimiento.
La
lista podría continuar con organizaciones que promueven a otras como Fast Forward, que han aplicado el modelo
del sector de la tecnología de inversión ángel a un fondo de acelerador para
apoyar un nuevo tipo de organización de cambio social como Sirum, una aplicación móvil para redistribuir medicinas sin usar a las
poblaciones pobres; One Degree, una
plataforma de tipo yelp que conecta a las poblaciones pobres con servicios
sociales.
Las
organizaciones de la periferia podrían encontrarse también lejos del norte, como
en Kenia, donde Ushahidi está
elevando las voces de las comunidades marginadas a través de software de código
abierto. En Brasil, donde Premise, está
prediciendo las tendencias de alimentos más rápido que las estadísticas
nacionales. En Landmark que protege
los derechos sobre la tierra de las comunidades a través de cartografía interactiva
en Asia y América del Sur y usted podría oler el aroma a vanguardia en Bitnation’s Refugee Emergency (Emergencia de refugiados de Bitnation).
La
lista podría incluso continuar hacia grupos con ineficiencias identificadas,
lineamientos inexistentes entre los jugadores, mapeo inteligente, bigdata,
inteligencia colectiva desenfrenada, creación de nuevos flujos de negocio y modelos, etc.
En
un artículo provocador y brillante[4] 4, Guido Quagliotto hizo esta misma pregunta y,
al final de una lista muy bien informada, llamó a estas organizaciones
innovadoras como "Mutantes del Desarrollo". Inspirado en esa lista
muy bien informada de Quagliotto, quisiera extender la metáfora. Las
organizaciones de vanguardia de la innovación nos dan la bienvenida a lo que yo
llamo la era de las Tortugas Ninja del Desarrollo.
Como
los personajes, las organizaciones innovadoras no son solo mutantes, son
adolescentes, resultado de determinadas y extrañas circunstancias inusuales,
llenas de energía, rápidas, con dificultades en la coordinación de su cuerpo, que
no se dan cuenta de su propia fuerza, incompatibles con cualquier clasificación
tradicional (híbridos de: empresas, ONG, movimientos sociales, etc.) o lógica
industrial. Las Tortugas Ninja parecen ser un resultado asimétrico de una
mezcla, un cóctel de ingredientes improbables (ciencias, artes, grandes datos,
negocios, política, influencia masiva, etc.).
A
pesar de que podríamos hacer, como Quagliotto indica en su artículo, un
análisis largo y útil enfocado en los mutantes, me gustaría examinar la era de
las Tortugas
Ninja del Desarrollo desde una perspectiva diferente: la de aquellos
que no están en la lista de innovadores, los ausentes en este "club de
innovación".
A
pesar de su amplia experiencia (más de 50 años), su gran capacidad de
crecimiento profesional y su presupuesto exponencial en los últimos años, la mayoría de jugadores
consolidados en el sector del Desarrollo actualmente no están asociados con ninguna
última innovación. Tampoco ninguno de los jugadores asociativos
institucionalizados consolidados por largo tiempo (como Unión y/u otras
federaciones) se miran como de primera línea.
Si
los mutantes pueden ser comparados con las Tortugas Ninja, los jugadores
consolidados serían los Socios de la Liga de la Justicia, la
reunión de los superhéroes tradicionales, que se juntan en el Salón de la Justicia. Los socios del Salón
tienen diferentes súper poderes (áreas de experticia), trasfondos y
comportamientos. Pero comparten temas comunes como: valores de identificación, largo
tiempo de experiencia, tamaño (son grandes), presencia global, consolidación institucional,
capacidad operativa masiva (comparada con otros en su industria), buena
reputación e independencia (respecto de los sistemas multilaterales,
gubernamentales, eclesiásticos o corporativos).
La
historia de éxito de los Socios de la Liga
de la Justicia en las últimas décadas les ha brindado más recursos para los
pobres, una cobertura más grande y más rápida en situaciones de emergencia, mayor
construcción de capacidades para sus socios y muchos otros avances positivos.
Sin embargo, el contar con más dinero también significa que tienen una enorme
presión sobre las personas, las estructuras y los procesos de toma de
decisiones. Significa contar con un gobierno mucho más profesional y la
administración necesaria. Sus sistemas y procesos, que en algún momento
estuvieron bien establecidos, se adaptaron para responder a los crecientes ingresos,
ampliando las actividades y el crecimiento de donantes demandantes.
Pero,
no existían herramientas específicas en el sector para manejar el doble, o
triple o incluso el cuádruple del flujo de fondos que experimentaron. Entonces,
buscaron la ayuda de los sectores empresariales tradicionales (industrias de
finanzas, comercio minorista y producción en masa). Las herramientas emulaban a las tradicionales
de las industrias del siglo 20 con marcos de trabajo extraños que atraparon las
enormes existencias de los Socios de la Liga de la Justicia en su burocracia
interna. Al final, después de décadas de crecimiento y el incremento de los
problemas endógenos en igual proporción, se encontraron con una escasez en el mercado,
un masivo cuestionamiento público sobre su efectividad, la consulta sobre si la
industria del desarrollo en sí misma era parte de la perpetuación del problema,
lo cual lleva a los héroes de la Liga de la Justicia a un callejón sin salida.
Atrapados en éste, los Socios del Salón de la Justicia gastan la mayor parte de
su energía en organizarse y promover una rendición de cuentas defensiva
(orientada a la reducción de los gastos de estructura). Al mismo tiempo, los
Socios del Salón de la Justicia deben desarrollar y vender soluciones
estandarizadas de bajo riesgo para pagar las cuentas, al más bajo precio
posible. [5]
Mientras tanto, en el
Salón de la Justicia,
los socios luchan con sus retos de madurez, un nuevo conjunto de jugadores que
está surgiendo, sin trabas heredadas y que toman prestadas de una variedad de
disciplinas. Mientras tanto, los superhéroes tradicionales del Desarrollo, evaluados
primeramente por sus costos de estructura más que por su impacto, están
ocupados en reducir los costos en sus procesos internos. Se ven presionados a
buscar alternativas de financiamiento para mantener su enorme huella funcionando.
Para hacer el contexto aún más complicado, el sector privado está marchando hacia
áreas usadas exclusivamente por los actores del desarrollo.
Junto
con los Ninjas, los nuevos jugadores traen dinero para invertir y modelos de
negocio que desafían las ortodoxias y jerarquías.
Los
recién llegados apuntan a potencialmente diversos futuros diferentes para el
sector. Un gran número de forasteros (emprendimientos, empresas sociales, ejes,
modelos híbridos, colectivos informales o apenas auto-organizados que
usualmente se originan en las afueras de la industria y en algún momento son intencionalmente volátiles)
proponen hacer el trabajo de mejor forma, más rápido, más barato y, sobre todo,
más chévere.
Los superhéroes de la Liga de la Justicia viven en un ambiente hostil,
donde tienen que defender su relevancia en un mundo conectado y altamente
desviado por la intermediación y en un ambiente altamente crítico (desde corporaciones
a gobiernos, desde las entidades multilaterales a la sociedad civil).
Las Tortugas Ninja del Desarrollo y su
enfoque recuerdan que el conjunto de herramientas utilizadas convencionalmente
en el Salón (en su mayoría importadas de las industrias tradicionales del siglo
20) es cada vez más inadecuado para la llamada de la innovación.
Las
evidencias no corroboran las conclusiones y declaraciones sobre el inicio
irreversible del ocaso de la Liga de la justicia. Sin embargo, está claro: la
Supremacía e importancia de los actores tradicionales del Desarrollo ha sido
desafiada por "las Tortugas Ninja
del Desarrollo".
Las reacciones en el Salón revelan negación, malentendidos y,
en algún momento, competencia autodestructiva. Las críticas a los Ninjas se
centran generalmente en negar la sostenibilidad de los modelos de cambio que
traen. Hay un énfasis en censurar la falta de consistencia de las Tortugas
Ninja, su debilidad en el impacto a largo plazo, en sus problemas en los
niveles de eficiencia, para ampliar sus operaciones y niveles de financiación.
El
enfoque de crítica en sí mismo revela que los socios de la Liga de la Justicia
no consiguen lo que ofrecen las Tortugas Ninja. Las soluciones a largo plazo,
un tamaño que se ajusta a todas las ideas, distribución masiva, modelos de
operaciones hegemónicos intensos dependientes del dinero, enfoque en costos de
operaciones (KPI típico del negocio de intermediación) etc. son exactamente los
arquetipos que desafían los adolescentes mutantes.
Pero,
los héroes del Salón no quieren
quedarse atrás en la Ola de Innovación (y en la promesa de
financiación adjunta). Existen muchas señales que la Liga de la Justicia está
buscando para la renovación. Hay un brote de premios de desafío y hackatóns
(reuniones de genios de la tecnología que trabajan juntos en proyectos
puntuales), la adopción de la jerga de "coproducción", la prisa por
establecer incubadoras, aceleradoras o fondos de innovación. Todos éstos pueden
considerarse síntomas de un reconocimiento más o menos explícito del papel
creciente de los jugadores adolescentes mutantes.
En
el sector de los socios de la Liga de la Justicia es posible ver grupos de trabajo
de innovación, nuevos departamentos, proyectos, estrategias y talleres
disfrazados de laboratorios de innovación.
Al
mismo tiempo que critican a las Tortugas
Ninja, los socios del Salón intentan crear sus propias mutaciones
controladas (sí, es una contradicción de términos), bajo los parámetros industriales
tradicionales y competitivos. Sin embargo, la auténtica innovación es mínima.
Como
no entienden adecuadamente la naturaleza de cambio que traen las Tortugas
Ninja, los socios de la Liga de la Justicia intentan emular sus características.
Como un hombre de mediana edad que piensa que un nuevo par de zapatos deportivos
con colores, una camiseta moderna y un par de palabras nuevas lo harán lucir más
joven. La paradoja es que mientras usan más accesorios de negación de su edad,
más viejos se ven los socios de la Liga de la Justicia. No está funcionando.
Las Tortugas Ninja no son un modelo a copiar. Son un anti modelo. El
realizar comportamientos miméticos está exactamente en contra de lo que
representan las Tortugas Ninja. El hacer
copias 3D de elementos Ninja es negar los elementos de innovación estructural
que los engendraron.
La copia no es una alternativa. Sin embargo, los socios del Salón de la
Justicia pueden aprender con las Tortugas Ninja.
Quagliotto recuerda que los 'Ninja" desafían el “complejo del salvador blanco
que aún forma parte de mucho del trabajo de desarrollo y de las políticas de
los donantes'. En otras palabras, cuestionan el centro del juego que el Salón
de la Justicia está jugando.
Además
de los posibles retos conceptuales, la aparición de las Tortugas Ninja cuestiona
las prácticas del Salón de la Justicia, que se originaron en su credo no escrito.
Prácticas construidas para mirar solamente en dos direcciones: hacia atrás y
hacia arriba.
Mirando
hacia arriba, en el Salón, la dirección viene desde los niveles superiores (en
términos de ingresos, geopolítica y academia), que buscan la iluminación de los
actuales centros de supremacía. La
adoración del liderazgo, la creencia de que unos pocos pueden hacer la
diferencia. Los pocos poderosos. Al salir de la parte superior el Salón no se
presta atención a lo que está surgiendo desde fuera de los centros de poder y conocimiento
tradicionales.
Mirando
hacia atrás, el Salón se había convertido en un obsesionado del pasado. Sus
socios ya tienen una historia y confían en ella como su patrimonio (pasado
materializado en: presupuesto, su participación en el mercado, reputación,
poder político, etc.). Entonces, a pesar de hablar y de buscar innovación, las
plataformas orientadas a activos dominaban el Salón. El mayor enemigo de la
innovación real está detrás y se realizan esfuerzos para mantenerlo, para
expandirlo, para revitalizarlo, para reiniciarlo, etc...
La previsibilidad
es parte de la fe común en el Salón. La confianza se basa en la capacidad,
experiencia y experticia, en otras palabras, en el pasado. El problema no es
que los socios del Salón estén generalmente más interesados en la fabricación
de preguntas "Qués" que de "cómos", a pesar de esto es
cierto. El "catch 22" es que la categoría de los interrogatorios no
parece cambiar. Si se conoce el “Saber qué” y el “Saber cómo” (know-how =
conocimiento) (planificación/tecnologías/metodologías) es sólo una cuestión de
ingeniería, la tarea restante es buscar respuestas para "saber-cuanto"
(financiación).
Si
el futuro se ve como la evolución del pasado, en última instancia, el mañana es
previsto como el ayer, vestido con modernas tecnologías, hablando nuevos
idiomas. Entonces, los problemas se ven como parte de "crisis", como interrupciones
episódicas en lo normal. La creencia del retorno de la normalidad, en la
espalda a la grandeza. Por lo tanto, no es sorprendente ver los pobres resultados
en innovación de los socios del Salón. Insisten en la búsqueda de respuestas
innovadoras a las preguntas del pasado, centrándose en nuevos canales para
entregar mensajes repetidos.
La creencia
de previsibilidad, combinada con la idea del pasado como Capital central /activos
para construir el futuro, también conduce a buscar soluciones de las industrias
con activos pasados mayores (generalmente ubicadas en los sectores menos
innovadores, en viejos centros de poder/saber). Por lo tanto, los esfuerzos de
cambio traerían nuevas tecnologías para mejorar viejas máquinas, gastar
recursos en la revitalización, fijación y mitigación. Cualquier cosa, pero que
no interrumpa. Los activos se convirtieron en lentes y provocan una miopía,
evitando mirar lo que está fuera y lo que no hubo allí.
La
mirada fija en el pasado contribuye a la aversión al riesgo muy presente en el
Salón. Quien tiene mucho que perder tiende a gastar más energía en mantener, en
la prevención de pérdidas. Si el pasado es el capital principal, necesita ser mantenido,
protegido y la supervivencia se ve como la primera condición para cambiar. Cualquier
pérdida o reducción se interpretan como sinónimo de fracaso. El tamaño importa
en el enfoque orientado a los activos/pasado. Proteger el pasado (tamaño,
presupuesto, huella, imagen) toma la mayor parte de la energía de los socios de
la Liga de la Justicia.
Para
interrumpir es necesario dejarlo ir. Para interrumpir es necesario desafiar todos
los datos, la creencia de que la historia es un eterno ciclo de repetición o
una escalera de correlaciones perfectas.
Las
Tortugas Ninja no tienen demasiado que perder. Ellas no han acumulado activos
con los cuales contar. No son creyentes fundamentalistas en el credo del orden.
Ellos no tienden a confiar en la formulación de problemas recurrentes y por lo
tanto no buscan soluciones habituales. Por no saber demasiado, se ven menos
tentados a buscar soluciones en sus conocimientos y capacidad.
Sin
embargo, no es una cuestión de cambiar modelos. Las Tortugas Ninja no son
modelos. El perseguir un modelo a copiar es en sí mismo la anti innovación.
Tampoco es una cuestión de nuevas herramientas o metodologías. Ni la creación
de nuevas estructuras o difundir un nuevo conjunto de habilidades y
conocimientos.
Las tortugas ninja no enseñan un modelo, apoyan el reto del dominio del
"Reino de los cómos" (metodologías, planificación, organigramas,
marcos y similares)
En
el pasado, los socios de la Liga de la Justicia ya habían probado su capacidad
de aprender, revisar, cambiar y realizar un hackeo amigable. Ahora, es tiempo
de mirar hacia lo pequeño, a lo periférico. Una oportunidad para detener la
búsqueda de soluciones de una talla que queda a todos o lo que es peor, nuestra
talla le queda a todos.
Para
alcanzar a los Ninjas, El Salón debe cuestionar el cambio de algunos de sus
hitos actuales:
a)
De intermediación unidireccional a la ubicuidad. El Salón había estado dominado por la tarea de transporte de fondos/conocimiento/mensajes
desde el punto A (llamados donantes, expertos, en resumen "los que
tienen") al punto B (usuarios, beneficiarios, etc., en otras palabras,
"los que no tienen"). El abandonar la intermediación ayudará a los socios
del Salón a:
a.
Enfocarse en las necesidades
y comprender qué recursos/conocimientos se necesitan, no en el mapeo de
necesidades. Las Tortugas Ninja generalmente construyen sobre lo que existe
pero que ni siquiera se ve como un recurso.
b.
Redescubrir las tareas
arquitectónicas y desconcentrar las tareas de ingeniería. El Salón había
abandonado parcialmente la mayor parte del “trabajo arquitectónico", la
reinvención de la realidad, la sana pretensión de autoría. Se habían vuelto más
seguidores de la percepción de "mercado de donantes". Los socios del
Salón se concentran en la ingeniería y centralizada. El resultado es el
crecimiento de "mil versiones de lo mismo" y la producción en masa de
"una talla para todos". Asumen los problemas y aplican soluciones
estandarizadas a gran escala. Mientras tanto, las Tortugas Ninja están
construyendo soluciones adaptadas, más allá de la dicotomía de donantes y
beneficiarios.
El
sitio de intermediación había reducido la movilidad de los miembros del Salón,
había comprometido su notable capacidad de estar en muchos lugares/roles
especialmente al mismo tiempo, en tránsito y metamorfosis más rápidas que los
cambios. Al final, la intermediación conduce a la reactividad, la conformidad y
finalmente al reaccionarismo. El súper poder de las Tortugas de la ubicuidad
les ayuda a no estar restringidos a desempeñar un rol único, en un solo modelo
organizativo no confinado a las expectativas y productos del mercado. Su
ubicuidad permite libertad y facilita la hibridación.
b)
De las Cadenas Lógicas al Escudo de Túnel:
altamente influenciado por la Sociología y la Economía de los siglos 19 y 20,
el Salón se limita actualmente por la idea de que para actuar se necesita
formular un problema, encontrar una explicación básica, construir un modelo,
diseñar una estrategia, obtener recursos, establecer un marco de trabajo y
planificar las acciones. Entonces, usted necesita evaluar y comenzar nuevamente
el ciclo. He llamado a esta idea: la Cadena Lógica.
Como
escribí anteriormente, la Cadena Lógica se apoya en algunos supuestos: el
futuro va ser sobre todo un pasado en reconstrucción, se conoce la información,
los problemas son obvios y los recursos (tecnológicos, financieros y políticos)
están ya presentes. Encerrada en esta cadena, la solución es simplemente una
cuestión de tener la combinación correcta de políticas, redistribución de
recursos y planificación. Y el papel de los jugadores es solo realizar una
eficiente ejecución y buen gobierno.
Las
acciones del Salón se basan en explicaciones de causalidades lineales, en los
supuestos de desviación positiva. Los socios del Salón están sufriendo de una
sobredosis de teoría/ estrategia/planificación y, al mismo tiempo, de una deficiencia
de hipótesis.
Las
Tortugas Ninja no están atrapadas en esta cadena. Ellos no están persiguiendo al
unicornio de la solución. No creen ni se preocupan por los problemas fuente ni
por las soluciones fuente, que se reflejan en los modelos, la bala de plata,
aplicable en todo el mundo. Las Tortugas Ninja suelen carecer de una
comprensión global de los problemas. Y es bueno hacerlas más abiertas a nuevas
preguntas y adaptables a los cambios ambientales. Las Tortugas, como alguna vez
lo hicieron los del Salón de la Justicia, crean su mercado/ camino al mismo
tiempo que se mueven, como una rápida máquina de protección de túnel.
Como
no confían en soluciones a largo plazo ni en la planificación, las Tortugas
Ninja están más preparadas para futuros múltiples, ejecutando múltiples
soluciones paralelas y aún conflictivas. En otras palabras, ellos son más
capaces de asumir la complejidad, no se preocupan por la falta de respuestas
finales ni por quedar paralizadas por lo que no saben.
c) De Proveedor de la Demanda a
Creador de la Demanda: en el pasado, el Salón había
atrapado las oportunidades que se presentaban en contextos como: el post colonialismo,
la era de la ayuda, la disputa de la guerra fría. Se aprovecharon de la
aparición en el ámbito del Desarrollo de jugadores como las organizaciones del
sistema internacional y el capital privado transnacional como inversionistas
sociales. Se movieron en tiempos de pesimismo o se impulsaron en tiempos de
optimismo, los Socios del Salón se elevaron desde el mero dar hasta convertirse
en un tipo de ciencia. Ellos asociaron la cobertura global de los medios de
comunicación instantánea, redujeron el mundo con mejoras logísticas, haciendo
posible realizar la tarea de caridad local anterior ahora a nivel global. Es
natural que los socios del Salón se hayan convertido en rehenes de sus
productos de éxito.
Sin
embargo, después de décadas de crecimiento, los productos enfrentan escasez de demanda,
estrés de promesas no entregadas, nuevos competidores o simplemente un cambio geo-político.
El Salón considera realizar una huelga. Y su respuesta importante era repetir
la fórmula que una vez tuvo éxito: identificar las oportunidades en la nueva
demanda y desarrollar productos para darles respuesta. Pero, como la historia
se repite, primero como tragedia, segundo como farsa, la que una vez fue una fuente
de innovación (respuesta de la demanda) es ahora para el Salón un ciclo
competitivo de canibalismo y reactividad.
Mientras
que el salón está ocupado tratando de reactivar las demandas pérdidas o
comprometidos en el suministro de las nuevas demandas, con nuevos productos,
los Ninjas están creando su propia demanda.
Mientras
que los miembros del Salón están abrumados por probar su impacto a través de la
rendición de cuentas, los Ninjas están invitando al mercado a participar en una
promesa. El Salón está en el difícil negocio de vender resultados. Los Ninjas
están comercializando una posibilidad. El Salón se ocupa en la reducción de
productos (mal entendido como enfoque) para maximizar la balanza, reducir el precio
y destacar los resultados, los Ninjas no se comprometen con los productos sino con
los usuarios y canales (los donantes, los clientes y los beneficiarios no
importan en absoluto). Para generar ingresos, el Salón obtiene productos y
modelos, quedando atrapados en los cambios de estado de ánimo del mercado. Para
crear valor, los Ninjas abandonan fácilmente (o gratis) sus productos,
traspasando las fronteras de temas y conocimientos.
Al
contrario del Salón que se enfoca en brindar soluciones, los Ninjas están
creando espacio para el compromiso. Haciendo eso, están construyendo interfaces
de valor de crecimiento exponencial. A medida que los socios del Salón se
convierten en dependientes de altas cantidades de dinero, la posibilidad de que
recursos se conviertan en ideas también se va fomentando. Por lo tanto, las ideas
del Salón siguen las demandas ya consolidadas o la percepción. Por el contrario,
los Ninjas juegan por la creencia de que "si
lo construyes, vendrán". Ellos fallan más, pero, cuando tienen éxito,
construyen demandas y mercados donde antes no había nada.
Los
mercados de abastecimiento en lugar de crear también contribuyen, como en las
industrias del siglo XX, a separar la financiación y las operaciones. Y, pese a
los esfuerzos del Salón para combinar esos elementos, continúan experimentando
dificultades en ello, porque piensan en los fondos como recursos, como ingresos,
y no como resultados.
La
entrada en la Salón está reservada para los grandes jugadores. No hay ningún asiento para los Ninjas.
Las Tortugas Ninja no vendrán. La Liga de la Justicia debe abandonar el
ambiente y la lógica del Salón para encontrarse con ellos y, lo más importante,
para conocer el terreno donde se fomentó la presencia de las Tortugas Ninja.
Por
otro lado, las Tortugas Ninja se enriquecerán al reunirse con los miembros del
Salón. Las Tortugas Ninja pueden usar la capacidad del Salón para construir
consorcios, para establecer relaciones, para construir alianzas de confianza a
futuro. Pueden aprender sobre la complejidad, al estar expuestos a problemas
mayores y al ser retados más allá de las acciones inmediatas. Las Tortugas Ninja
podrían conseguir algo de experiencia en la reducción de costos transaccionales
para implementar las soluciones más rápidamente. Al final, las Tortugas Ninja
necesitan al Salón de Justicia también para evitar repetir sus errores, y para
permitirles cometer nuevos errores.
Podría
ser posible invertir el paradigma de la negación (o incluso la inútil
competencia) para tener una fructífera colaboración entre el Salón y los
'corredores de borde'. La tecnología podría acelerar las transformaciones
positivas en ambos grupos. La capacidad de crear mercados, para construir sobre
las conexiones y redes.
La colaboración
es necesaria si ambos grupos comprenden que el cambio es más rápido que
cualquier experticia para leerla y que va más allá de cualquier capacidad de
respuesta. El abrazar a las Tortugas Ninja del Desarrollo es un camino para
ampliar la "capacidad de procesador" del Salón brindar una infraestructura
estable a los Ninja.
El
camino a seguir no es una celebración acrítica de cualquier cosa que parezca
innovadora, de alta tecnología y chévere. Es una cuestión de abrirse a los
cuestionamientos que los Ninjas (y otros foráneos) están trayendo.
A
pesar de la metáfora infantil que he aplicado anteriormente, la realidad no
encaja en cualquier enfoque del maniqueísmo del mal contra el bien. No existe
tal cosa como la lucha contra los Súper Villanos del Desarrollo. Pero, es
innegable que hay jugadores de gran alcance y riqueza que actualmente están
recibiendo altas ganancias e incrementando su poder a partir de la injusticia, la
pobreza y la destrucción.
Las
Tortugas Ninja pueden inspirar a los miembros del Salón para recordar que el Desarrollo
no requiere superhéroes, sino que exige contar con personas con súper poderes.
Es recordar que la fama, el dinero y la huella no son los principales súper
poderes.
Al
final, el valor de enfrentar lo desconocido, la audacia para considerar el propósito
más importante que la supervivencia de la organización y la libertad de pensar
con diferentes parámetros son el tipo de innovación que necesita el Salón, el
verdadero súper poder.
***Versión en Espanhol cortesia de Jose Luis Ochoa
[1] El articulo original forma parte de las Clases del Programa de
Irracionalidad en el Comportamiento de la Economía del Laboratorio de Medios de
MIT, 2016-2017.
[2] Las afirmaciones en este
documento son personales y no necesariamente reflejan las posiciones de las
organizaciones de los autores referidos.
[3] in It’s Alright, Ma (I’m Only Bleeding)
Copyright © 1965 by Warner Bros. Inc.; renewed 1993 by Special Rider Music
[5] 5 Burkhard Gnärig: The Hedgehog and the Beetle,
Disruption and Innovation in the Civil Society Sector, 2015. (El Erizo y el
Escarabajo, Disrupción e Innovación en
el Sector de la Sociedad Civil, 2015)