quarta-feira, 19 de julho de 2017

Las Tortugas Ninja y la Liga de la Justicia en el Sector de Desarrollo Internacional

Eduardo Albuquerque Nunes[2]

De la boquilla de oro, el cuerno hueco 
toca palabras vacías, que demuestran advertir
que el que no está ocupado naciendo
está ocupado muriendo.”[3]         Bob Dylan

 

En el Sector del Desarrollo, la innovación ha tomado el lugar que alguna vez ocuparon la evaluación, la eficiencia, las alianzas intersectoriales, el impacto basado en evidencia y otros.
La innovación es el actual Santo Grial omnipresente en los estantes de las librerías de aeropuerto, los artículos y los documentos de estrategia. Su credo, teorías, consejos, estrategias y casos de éxito se repiten ad nauseam en los discursos. La innovación se materializa normalmente en aplicaciones de diseño lujoso, algoritmos de predicción, análisis de datos, plataformas de "x2x", etc. Tomada por esas manifestaciones, la innovación al parecer prefiere revelarse en cuerpos tecnológicos.
Para los críticos, se trata de un nuevo empaque para lo mismo de siempre, nuevas respuestas a viejas preguntas, nuevas tecnologías, bajo los parámetros anteriores y, al final lograría, en el mejor escenario, los mismos resultados. Para ellos, no hay nada nuevo bajo el sol.
Pero, si contra los críticos escépticos, las innovaciones no son el pasado transformado en nuevas aplicaciones de interfaz, ¿con qué propósito debemos buscar para encontrar las estrellas de vanguardia en la industria del desarrollo?
No existe ninguna lista indiscutible, por supuesto. Sin embargo, encontramos muchos casos de ejemplos de grupos de vanguardia de innovación en las charlas de TED, en la lista de ganadores de premios, en centros de investigación de alta tecnología, iniciativas de resultados rápidos e inesperados, temas de tendencia y otros.
Pensar en los precursores es hablar de grupos como GiveDirectly, que permite a cualquier persona dar dinero directamente a una familia en extrema pobreza, y rastrea los resultados, actualmente ocupa el lugar que alguna vez fue de Kiva (creación de empleo y microfinanzas). O en Samasource, que conecta a las mujeres y jóvenes pobres  para trabajar a través de Internet. O Babajob, que vincula a trabajadores de bajos ingresos con empleos y un sistema de reputación en la India. Otros sistemas de vanguardia  reúnen a organizaciones como Mobile Medic, que utiliza teléfonos inteligentes para recopilar y agregar datos de salud en comunidades pobres. La lista puede también incluir a  Groundswell, la empresa que anima a los consumidores a utilizar su poder para hacer el bien; y Compreneurship, que une a estudiantes y personas desfavorecidas para desarrollar y ejecutar proyectos empresariales. Algunas personas podrían mencionar también a TCK Learning Centre, que ofrece educación a bajo costo a los trabajadores inmigrantes con bajos ingresos en Hong Kong o Voidstarter, una empresa que convierte unidades de viviendas vacías en Dublín en centros educativos de corto plazo y laboratorios de emprendimiento.
La lista podría continuar con organizaciones que promueven a otras como Fast Forward, que han aplicado el modelo del sector de la tecnología de inversión ángel a un fondo de acelerador para apoyar un nuevo tipo de organización de cambio social como Sirum, una aplicación móvil para redistribuir medicinas sin usar a las poblaciones pobres; One Degree, una plataforma de tipo yelp que conecta a las poblaciones pobres con servicios sociales.
Las organizaciones de la periferia podrían encontrarse también lejos del norte, como en Kenia, donde Ushahidi está elevando las voces de las comunidades marginadas a través de software de código abierto. En Brasil, donde Premise, está prediciendo las tendencias de alimentos más rápido que las estadísticas nacionales. En Landmark que protege los derechos sobre la tierra de las comunidades a través de cartografía interactiva en Asia y América del Sur y usted podría oler el aroma a vanguardia en Bitnation’s Refugee Emergency (Emergencia de refugiados de Bitnation).
La lista podría incluso continuar hacia grupos con ineficiencias identificadas, lineamientos inexistentes entre los jugadores, mapeo inteligente, bigdata, inteligencia colectiva desenfrenada, creación de  nuevos flujos de negocio y modelos, etc.
En un artículo provocador y brillante[4] 4, Guido Quagliotto hizo esta misma pregunta y, al final de una lista muy bien informada, llamó a estas organizaciones innovadoras como "Mutantes del Desarrollo". Inspirado en esa lista muy bien informada de Quagliotto, quisiera extender la metáfora. Las organizaciones de vanguardia de la innovación nos dan la bienvenida a lo que yo llamo la era de las Tortugas Ninja del Desarrollo.
Como los personajes, las organizaciones innovadoras no son solo mutantes, son adolescentes, resultado de determinadas y extrañas circunstancias inusuales, llenas de energía, rápidas, con dificultades en la coordinación de su cuerpo, que no se dan cuenta de su propia fuerza, incompatibles con cualquier clasificación tradicional (híbridos de: empresas, ONG, movimientos sociales, etc.) o lógica industrial. Las Tortugas Ninja parecen ser un resultado asimétrico de una mezcla, un cóctel de ingredientes improbables (ciencias, artes, grandes datos, negocios, política, influencia masiva, etc.).
A pesar de que podríamos hacer, como Quagliotto indica en su artículo, un análisis largo y útil enfocado en los mutantes, me gustaría examinar la era de las Tortugas Ninja del Desarrollo desde una perspectiva diferente: la de aquellos que no están en la lista de innovadores, los ausentes en este "club de innovación".
A pesar de su amplia experiencia (más de 50 años), su gran capacidad de crecimiento profesional y su presupuesto exponencial  en los últimos años, la mayoría de jugadores consolidados en el sector del Desarrollo actualmente no están asociados con ninguna última innovación. Tampoco ninguno de los jugadores asociativos institucionalizados consolidados por largo tiempo (como Unión y/u otras federaciones) se miran como de primera línea.
Si los mutantes pueden ser comparados con las Tortugas Ninja, los jugadores consolidados serían los Socios de la Liga de la Justicia, la reunión de los superhéroes tradicionales, que se juntan en el Salón de la Justicia. Los socios del Salón tienen diferentes súper poderes (áreas de experticia), trasfondos y comportamientos. Pero comparten temas comunes como: valores de identificación, largo tiempo de experiencia, tamaño (son grandes), presencia global, consolidación institucional, capacidad operativa masiva (comparada con otros en su industria), buena reputación e independencia (respecto de los sistemas multilaterales, gubernamentales, eclesiásticos o corporativos).
La historia de éxito de los Socios de la Liga de la Justicia en las últimas décadas les ha brindado más recursos para los pobres, una cobertura más grande y más rápida en situaciones de emergencia, mayor construcción de capacidades para sus socios y muchos otros avances positivos. Sin embargo, el contar con más dinero también significa que tienen una enorme presión sobre las personas, las estructuras y los procesos de toma de decisiones. Significa contar con un gobierno mucho más profesional y la administración necesaria. Sus sistemas y procesos, que en algún momento estuvieron bien establecidos, se adaptaron para responder a los crecientes ingresos, ampliando las actividades y el crecimiento de donantes demandantes.
Pero, no existían herramientas específicas en el sector para manejar el doble, o triple o incluso el cuádruple del flujo de fondos que experimentaron. Entonces, buscaron la ayuda de los sectores empresariales tradicionales (industrias de finanzas, comercio minorista y producción en masa).  Las herramientas emulaban a las tradicionales de las industrias del siglo 20 con marcos de trabajo extraños que atraparon las enormes existencias de los Socios de la Liga de la Justicia en su burocracia interna. Al final, después de décadas de crecimiento y el incremento de los problemas endógenos en igual proporción, se encontraron con una escasez en el mercado, un masivo cuestionamiento público sobre su efectividad, la consulta sobre si la industria del desarrollo en sí misma era parte de la perpetuación del problema, lo cual lleva a los héroes de la Liga de la Justicia a un callejón sin salida. Atrapados en éste, los Socios del Salón de la Justicia gastan la mayor parte de su energía en organizarse y promover una rendición de cuentas defensiva (orientada a la reducción de los gastos de estructura). Al mismo tiempo, los Socios del Salón de la Justicia deben desarrollar y vender soluciones estandarizadas de bajo riesgo para pagar las cuentas, al más bajo precio posible. [5]
Mientras tanto, en el Salón de la Justicia, los socios luchan con sus retos de madurez, un nuevo conjunto de jugadores que está surgiendo, sin trabas heredadas y que toman prestadas de una variedad de disciplinas. Mientras tanto, los superhéroes tradicionales del Desarrollo, evaluados primeramente por sus costos de estructura más que por su impacto, están ocupados en reducir los costos en sus procesos internos. Se ven presionados a buscar alternativas de financiamiento para mantener su enorme huella funcionando. Para hacer el contexto aún más complicado, el sector privado está marchando hacia áreas usadas exclusivamente por los actores del desarrollo.
Junto con los Ninjas, los nuevos jugadores traen dinero para invertir y modelos de negocio que desafían las ortodoxias y jerarquías.
Los recién llegados apuntan a potencialmente diversos futuros diferentes para el sector. Un gran número de forasteros (emprendimientos, empresas sociales, ejes, modelos híbridos, colectivos informales o apenas auto-organizados que usualmente se originan en las afueras de la industria y en  algún momento son intencionalmente volátiles) proponen hacer el trabajo de mejor forma, más rápido, más barato y, sobre todo, más chévere.
Los superhéroes de la Liga de la Justicia viven en un ambiente hostil, donde tienen que defender su relevancia en un mundo conectado y altamente desviado por la intermediación y en un ambiente altamente crítico (desde corporaciones a gobiernos, desde las entidades multilaterales a la sociedad civil).
Las Tortugas Ninja del Desarrollo y su enfoque recuerdan que el conjunto de herramientas utilizadas convencionalmente en el Salón (en su mayoría importadas de las industrias tradicionales del siglo 20) es cada vez más inadecuado para la llamada de la innovación.
Las evidencias no corroboran las conclusiones y declaraciones sobre el inicio irreversible del ocaso de la Liga de la justicia. Sin embargo, está claro: la Supremacía e importancia de los actores tradicionales del Desarrollo ha sido desafiada por "las Tortugas Ninja del Desarrollo".
Las reacciones en el Salón revelan negación, malentendidos y, en algún momento, competencia autodestructiva. Las críticas a los Ninjas se centran generalmente en negar la sostenibilidad de los modelos de cambio que traen. Hay un énfasis en censurar la falta de consistencia de las Tortugas Ninja, su debilidad en el impacto a largo plazo, en sus problemas en los niveles de eficiencia, para ampliar sus operaciones y niveles de financiación.
El enfoque de crítica en sí mismo revela que los socios de la Liga de la Justicia no consiguen lo que ofrecen las Tortugas Ninja. Las soluciones a largo plazo, un tamaño que se ajusta a todas las ideas, distribución masiva, modelos de operaciones hegemónicos intensos dependientes del dinero, enfoque en costos de operaciones (KPI típico del negocio de intermediación) etc. son exactamente los arquetipos que desafían los adolescentes mutantes.
Pero, los héroes del Salón no quieren quedarse atrás en la Ola de Innovación (y en la promesa de financiación adjunta). Existen muchas señales que la Liga de la Justicia está buscando para la renovación. Hay un brote de premios de desafío y hackatóns (reuniones de genios de la tecnología que trabajan juntos en proyectos puntuales), la adopción de la jerga de "coproducción", la prisa por establecer incubadoras, aceleradoras o fondos de innovación. Todos éstos pueden considerarse síntomas de un reconocimiento más o menos explícito del papel creciente de los jugadores adolescentes mutantes.
En el sector de los socios de la Liga de la Justicia es posible ver grupos de trabajo de innovación, nuevos departamentos, proyectos, estrategias y talleres disfrazados de laboratorios de innovación.
Al mismo tiempo que critican a las Tortugas Ninja, los socios del Salón intentan crear sus propias mutaciones controladas (sí, es una contradicción de términos), bajo los parámetros industriales tradicionales y competitivos. Sin embargo, la auténtica innovación es mínima.
Como no entienden adecuadamente la naturaleza de cambio que traen las Tortugas Ninja, los socios de la Liga de la Justicia intentan emular sus características. Como un hombre de mediana edad que piensa que un nuevo par de zapatos deportivos con colores, una camiseta moderna y un par de palabras nuevas lo harán lucir más joven. La paradoja es que mientras usan más accesorios de negación de su edad, más viejos se ven los socios de la Liga de la Justicia. No está funcionando.
Las Tortugas Ninja no son un modelo a copiar. Son un anti modelo. El realizar comportamientos miméticos está exactamente en contra de lo que representan las Tortugas Ninja.  El hacer copias 3D de elementos Ninja es negar los elementos de innovación estructural que los engendraron.
La copia no es una alternativa. Sin embargo, los socios del Salón de la Justicia pueden aprender con las Tortugas Ninja. Quagliotto recuerda que los 'Ninja" desafían el “complejo del salvador blanco que aún forma parte de mucho del trabajo de desarrollo y de las políticas de los donantes'. En otras palabras, cuestionan el centro del juego que el Salón de la Justicia está jugando.
Además de los posibles retos conceptuales, la aparición de las Tortugas Ninja cuestiona las prácticas del Salón de la Justicia, que se originaron en su credo no escrito. Prácticas construidas para mirar solamente en dos direcciones: hacia atrás y hacia arriba.
Mirando hacia arriba, en el Salón, la dirección viene desde los niveles superiores (en términos de ingresos, geopolítica y academia), que buscan la iluminación de los actuales centros de supremacía.  La adoración del liderazgo, la creencia de que unos pocos pueden hacer la diferencia. Los pocos poderosos. Al salir de la parte superior el Salón no se presta atención a lo que está surgiendo desde fuera de los centros de poder y conocimiento tradicionales.
Mirando hacia atrás, el Salón se había convertido en un obsesionado del pasado. Sus socios ya tienen una historia y confían en ella como su patrimonio (pasado materializado en: presupuesto, su participación en el mercado, reputación, poder político, etc.). Entonces, a pesar de hablar y de buscar innovación, las plataformas orientadas a activos dominaban el Salón. El mayor enemigo de la innovación real está detrás y se realizan esfuerzos para mantenerlo, para expandirlo, para revitalizarlo, para reiniciarlo, etc...
La previsibilidad es parte de la fe común en el Salón. La confianza se basa en la capacidad, experiencia y experticia, en otras palabras, en el pasado. El problema no es que los socios del Salón estén generalmente más interesados en la fabricación de preguntas "Qués" que de "cómos", a pesar de esto es cierto. El "catch 22" es que la categoría de los interrogatorios no parece cambiar. Si se conoce el “Saber qué” y el “Saber cómo” (know-how = conocimiento) (planificación/tecnologías/metodologías) es sólo una cuestión de ingeniería, la tarea restante es buscar respuestas para "saber-cuanto" (financiación).
Si el futuro se ve como la evolución del pasado, en última instancia, el mañana es previsto como el ayer, vestido con modernas tecnologías, hablando nuevos idiomas. Entonces, los problemas se ven como parte de "crisis", como interrupciones episódicas en lo normal. La creencia del retorno de la normalidad, en la espalda a la grandeza. Por lo tanto, no es sorprendente ver los pobres resultados en innovación de los socios del Salón. Insisten en la búsqueda de respuestas innovadoras a las preguntas del pasado, centrándose en nuevos canales para entregar mensajes repetidos.
La creencia de previsibilidad, combinada con la idea del pasado como Capital central /activos para construir el futuro, también conduce a buscar soluciones de las industrias con activos pasados mayores (generalmente ubicadas en los sectores menos innovadores, en viejos centros de poder/saber). Por lo tanto, los esfuerzos de cambio traerían nuevas tecnologías para mejorar viejas máquinas, gastar recursos en la revitalización, fijación y mitigación. Cualquier cosa, pero que no interrumpa. Los activos se convirtieron en lentes y provocan una miopía, evitando mirar lo que está fuera y lo que no hubo allí.
La mirada fija en el pasado contribuye a la aversión al riesgo muy presente en el Salón. Quien tiene mucho que perder tiende a gastar más energía en mantener, en la prevención de pérdidas. Si el pasado es el capital principal, necesita ser mantenido, protegido y la supervivencia se ve como la primera condición para cambiar. Cualquier pérdida o reducción se interpretan como sinónimo de fracaso. El tamaño importa en el enfoque orientado a los activos/pasado. Proteger el pasado (tamaño, presupuesto, huella, imagen) toma la mayor parte de la energía de los socios de la Liga de la Justicia.
Para interrumpir es necesario dejarlo ir. Para interrumpir es necesario desafiar todos los datos, la creencia de que la historia es un eterno ciclo de repetición o una escalera de correlaciones perfectas.
Las Tortugas Ninja no tienen demasiado que perder. Ellas no han acumulado activos con los cuales contar. No son creyentes fundamentalistas en el credo del orden. Ellos no tienden a confiar en la formulación de problemas recurrentes y por lo tanto no buscan soluciones habituales. Por no saber demasiado, se ven menos tentados a buscar soluciones en sus conocimientos y capacidad.
Sin embargo, no es una cuestión de cambiar modelos. Las Tortugas Ninja no son modelos. El perseguir un modelo a copiar es en sí mismo la anti innovación. Tampoco es una cuestión de nuevas herramientas o metodologías. Ni la creación de nuevas estructuras o difundir un nuevo conjunto de habilidades y conocimientos.
Las tortugas ninja no enseñan un modelo, apoyan el reto del dominio del "Reino de los cómos" (metodologías, planificación, organigramas, marcos y similares)
En el pasado, los socios de la Liga de la Justicia ya habían probado su capacidad de aprender, revisar, cambiar y realizar un hackeo amigable. Ahora, es tiempo de mirar hacia lo pequeño, a lo periférico. Una oportunidad para detener la búsqueda de soluciones de una talla que queda a todos o lo que es peor, nuestra talla le queda a todos.
Para alcanzar a los Ninjas, El Salón debe cuestionar el cambio de algunos de sus hitos actuales:
a)     De intermediación unidireccional a la ubicuidad. El Salón había estado dominado por la tarea de transporte de fondos/conocimiento/mensajes desde el punto A (llamados donantes, expertos, en resumen "los que tienen") al punto B (usuarios, beneficiarios, etc., en otras palabras, "los que no tienen"). El abandonar la intermediación ayudará a los socios del Salón a:
a.     Enfocarse en las necesidades y comprender qué recursos/conocimientos se necesitan, no en el mapeo de necesidades. Las Tortugas Ninja generalmente construyen sobre lo que existe pero que ni siquiera se ve como un recurso.
b.     Redescubrir las tareas arquitectónicas y desconcentrar las tareas de ingeniería. El Salón había abandonado parcialmente la mayor parte del “trabajo arquitectónico", la reinvención de la realidad, la sana pretensión de autoría. Se habían vuelto más seguidores de la percepción de "mercado de donantes". Los socios del Salón se concentran en la ingeniería y centralizada. El resultado es el crecimiento de "mil versiones de lo mismo" y la producción en masa de "una talla para todos". Asumen los problemas y aplican soluciones estandarizadas a gran escala. Mientras tanto, las Tortugas Ninja están construyendo soluciones adaptadas, más allá de la dicotomía de donantes y beneficiarios.
El sitio de intermediación había reducido la movilidad de los miembros del Salón, había comprometido su notable capacidad de estar en muchos lugares/roles especialmente al mismo tiempo, en tránsito y metamorfosis más rápidas que los cambios. Al final, la intermediación conduce a la reactividad, la conformidad y finalmente al reaccionarismo. El súper poder de las Tortugas de la ubicuidad les ayuda a no estar restringidos a desempeñar un rol único, en un solo modelo organizativo no confinado a las expectativas y productos del mercado. Su ubicuidad permite libertad y facilita la hibridación.
b)    De las Cadenas Lógicas al Escudo de Túnel: altamente influenciado por la Sociología y la Economía de los siglos 19 y 20, el Salón se limita actualmente por la idea de que para actuar se necesita formular un problema, encontrar una explicación básica, construir un modelo, diseñar una estrategia, obtener recursos, establecer un marco de trabajo y planificar las acciones. Entonces, usted necesita evaluar y comenzar nuevamente el ciclo. He llamado a esta idea: la Cadena Lógica.
Como escribí anteriormente, la Cadena Lógica se apoya en algunos supuestos: el futuro va ser sobre todo un pasado en reconstrucción, se conoce la información, los problemas son obvios y los recursos (tecnológicos, financieros y políticos) están ya presentes. Encerrada en esta cadena, la solución es simplemente una cuestión de tener la combinación correcta de políticas, redistribución de recursos y planificación. Y el papel de los jugadores es solo realizar una eficiente ejecución y buen gobierno.
Las acciones del Salón se basan en explicaciones de causalidades lineales, en los supuestos de desviación positiva. Los socios del Salón están sufriendo de una sobredosis de teoría/ estrategia/planificación y, al mismo tiempo, de una deficiencia de hipótesis.
Las Tortugas Ninja no están atrapadas en esta cadena. Ellos no están persiguiendo al unicornio de la solución. No creen ni se preocupan por los problemas fuente ni por las soluciones fuente, que se reflejan en los modelos, la bala de plata, aplicable en todo el mundo. Las Tortugas Ninja suelen carecer de una comprensión global de los problemas. Y es bueno hacerlas más abiertas a nuevas preguntas y adaptables a los cambios ambientales. Las Tortugas, como alguna vez lo hicieron los del Salón de la Justicia, crean su mercado/ camino al mismo tiempo que se mueven, como una rápida máquina de protección de túnel.
Como no confían en soluciones a largo plazo ni en la planificación, las Tortugas Ninja están más preparadas para futuros múltiples, ejecutando múltiples soluciones paralelas y aún conflictivas. En otras palabras, ellos son más capaces de asumir la complejidad, no se preocupan por la falta de respuestas finales ni por quedar paralizadas por lo que no saben.
c)    De Proveedor de la Demanda a Creador de la Demanda: en el pasado, el Salón había atrapado las oportunidades que se presentaban en contextos como: el post colonialismo, la era de la ayuda, la disputa de la guerra fría. Se aprovecharon de la aparición en el ámbito del Desarrollo de jugadores como las organizaciones del sistema internacional y el capital privado transnacional como inversionistas sociales. Se movieron en tiempos de pesimismo o se impulsaron en tiempos de optimismo, los Socios del Salón se elevaron desde el mero dar hasta convertirse en un tipo de ciencia. Ellos asociaron la cobertura global de los medios de comunicación instantánea, redujeron el mundo con mejoras logísticas, haciendo posible realizar la tarea de caridad local anterior ahora a nivel global. Es natural que los socios del Salón se hayan convertido en rehenes de sus productos de éxito.
Sin embargo, después de décadas de crecimiento, los productos enfrentan escasez de demanda, estrés de promesas no entregadas, nuevos competidores o simplemente un cambio geo-político. El Salón considera realizar una huelga. Y su respuesta importante era repetir la fórmula que una vez tuvo éxito: identificar las oportunidades en la nueva demanda y desarrollar productos para darles respuesta. Pero, como la historia se repite, primero como tragedia, segundo como farsa, la que una vez fue una fuente de innovación (respuesta de la demanda) es ahora para el Salón un ciclo competitivo de canibalismo y reactividad.
Mientras que el salón está ocupado tratando de reactivar las demandas pérdidas o comprometidos en el suministro de las nuevas demandas, con nuevos productos, los Ninjas están creando su propia demanda.
Mientras que los miembros del Salón están abrumados por probar su impacto a través de la rendición de cuentas, los Ninjas están invitando al mercado a participar en una promesa. El Salón está en el difícil negocio de vender resultados. Los Ninjas están comercializando una posibilidad. El Salón se ocupa en la reducción de productos (mal entendido como enfoque) para maximizar la balanza, reducir el precio y destacar los resultados, los Ninjas no se comprometen con los productos sino con los usuarios y canales (los donantes, los clientes y los beneficiarios no importan en absoluto). Para generar ingresos, el Salón obtiene productos y modelos, quedando atrapados en los cambios de estado de ánimo del mercado. Para crear valor, los Ninjas abandonan fácilmente (o gratis) sus productos, traspasando las fronteras de temas y conocimientos.
Al contrario del Salón que se enfoca en brindar soluciones, los Ninjas están creando espacio para el compromiso. Haciendo eso, están construyendo interfaces de valor de crecimiento exponencial. A medida que los socios del Salón se convierten en dependientes de altas cantidades de dinero, la posibilidad de que recursos se conviertan en ideas también se va fomentando. Por lo tanto, las ideas del Salón siguen las demandas ya consolidadas o la percepción. Por el contrario, los Ninjas juegan por la creencia de que "si lo construyes, vendrán". Ellos fallan más, pero, cuando tienen éxito, construyen demandas y mercados donde antes no había nada.
Los mercados de abastecimiento en lugar de crear también contribuyen, como en las industrias del siglo XX, a separar la financiación y las operaciones. Y, pese a los esfuerzos del Salón para combinar esos elementos, continúan experimentando dificultades en ello, porque piensan en los fondos como recursos, como ingresos, y no como resultados.
La entrada en la Salón está reservada para los grandes jugadores. No hay ningún asiento para los Ninjas. Las Tortugas Ninja no vendrán. La Liga de la Justicia debe abandonar el ambiente y la lógica del Salón para encontrarse con ellos y, lo más importante, para conocer el terreno donde se fomentó la presencia de las Tortugas Ninja.
Por otro lado, las Tortugas Ninja se enriquecerán al reunirse con los miembros del Salón. Las Tortugas Ninja pueden usar la capacidad del Salón para construir consorcios, para establecer relaciones, para construir alianzas de confianza a futuro. Pueden aprender sobre la complejidad, al estar expuestos a problemas mayores y al ser retados más allá de las acciones inmediatas. Las Tortugas Ninja podrían conseguir algo de experiencia en la reducción de costos transaccionales para implementar las soluciones más rápidamente. Al final, las Tortugas Ninja necesitan al Salón de Justicia también para evitar repetir sus errores, y para permitirles cometer nuevos errores.
Podría ser posible invertir el paradigma de la negación (o incluso la inútil competencia) para tener una fructífera colaboración entre el Salón y los 'corredores de borde'. La tecnología podría acelerar las transformaciones positivas en ambos grupos. La capacidad de crear mercados, para construir sobre las conexiones y redes.
La colaboración es necesaria si ambos grupos comprenden que el cambio es más rápido que cualquier experticia para leerla y que va más allá de cualquier capacidad de respuesta. El abrazar a las Tortugas Ninja del Desarrollo es un camino para ampliar la "capacidad de procesador" del Salón brindar una infraestructura estable a los Ninja.
El camino a seguir no es una celebración acrítica de cualquier cosa que parezca innovadora, de alta tecnología y chévere. Es una cuestión de abrirse a los cuestionamientos que los Ninjas (y otros foráneos) están trayendo.
A pesar de la metáfora infantil que he aplicado anteriormente, la realidad no encaja en cualquier enfoque del maniqueísmo del mal contra el bien. No existe tal cosa como la lucha contra los Súper Villanos del Desarrollo. Pero, es innegable que hay jugadores de gran alcance y riqueza que actualmente están recibiendo altas ganancias e incrementando su poder a partir de la injusticia, la pobreza y la destrucción.
Las Tortugas Ninja pueden inspirar a los miembros del Salón para recordar que el Desarrollo no requiere superhéroes, sino que exige contar con personas con súper poderes. Es recordar que la fama, el dinero y la huella no son los principales súper poderes.
Al final, el valor de enfrentar lo desconocido, la audacia para considerar el propósito más importante que la supervivencia de la organización y la libertad de pensar con diferentes parámetros son el tipo de innovación que necesita el Salón, el verdadero súper poder.


***Versión en Espanhol cortesia de Jose Luis Ochoa


[1]  El articulo original forma parte de las Clases del Programa de Irracionalidad en el Comportamiento de la Economía del Laboratorio de Medios de MIT, 2016-2017.
[2] Las afirmaciones en este documento son personales y no necesariamente reflejan las posiciones de las organizaciones de los autores referidos.
[3] in It’s Alright, Ma (I’m Only Bleeding) Copyright © 1965 by Warner Bros. Inc.; renewed 1993 by Special Rider Music

[4]  NESTA, Mayo 2017.

[5] 5 Burkhard Gnärig: The Hedgehog and the Beetle, Disruption and Innovation in the Civil Society Sector, 2015. (El Erizo y el Escarabajo,  Disrupción e Innovación en el Sector de la Sociedad Civil, 2015)

quinta-feira, 5 de janeiro de 2017

Alepo é bem perto de Manaus

O jornal libanês Al-Nahar (tradicional periódico liberal e pacifista) publicou uma entrevista com um dos soldados sírios que participou ativamente da reconquista de Alepo. O jovem de 23 anos, identificado como Soldado X, ajudou a completar o trabalho realizado pelos bombardeios aéreos e terra-terra que mataram, junto com execuções centenas de civis não combatentes, inclusive crianças e idosos, em menos de 30 dias.

Questionado como ele se sentia e se tinha remorsos, X respondeu: “Sinto-me feliz por ter conseguido cumprir minha missão. Eu não matei gente. Eles não eram seres humanos. São traidores e suas famílias também traidoras. Mereciam a morte”. Eu e 99% da humanidade ficamos horrorizados com o comportamento brutal do Soldado X, seus colegas e comandantes.

Corta a imagem de Alepo. Abre em Manaus. COMPAJ, 60 mortos. A imagem das famílias gera compaixão. Afinal são mães, esposas, filhos. A incompetência corrupta do governo nos irrita. O avanço do crime organizado nos causa indignação. Compaixão pelas famílias, indignação com a gestão pública, etc... Mas, poucos seres humanos, entre os quais eu infelizmente não me incluo, ficaram comovidos pelas vítimas.

O que explica a indiferença pelos seres humanos presos é que não os consideramos como a gente. Não acreditamos que eles mereçam o mesmo sistema de justiça que nós ou aqueles a quem amamos. Criamos o que chamam de pseudodiferenciação. Inventamos uma diferença profunda para excluir, para poder classifica-los de “eles”. O governador resumiu bem a indiferença: “não havia santos entre as vítimas". E do lado de cá, há santos? Pela mesma lógica, não se lamentaria a morte do tal governador já que seu secretário foi pego negociando votos em troca de proteção da facção criminosa responsável pela matança.

Não aceitamos que presos tenham direito ao que a lei diz porque, como o Soldado X, não os vemos como iguais. E, ao considerar o outro como não-humano, todo comportamento desumano está justificado. Eu e os 99% dos que não choramos pelos mortos no COMPAJ se estivéssemos em Alepo, a despeito das declarações indignadas em redes sociais,  também teríamos participado da chacina de civis.


O Soldado X sou eu.